En la casa de retiros Claret, en Guatemala, tuvo lugar el V° Encuentro Continental de la Red Iglesias y Minería (RIM) entre los días 3 y 8 del corriente mes de noviembre. Bajo el lema “Tejiendo relaciones de ternura con la Madre Tierra hacia territorios libres de minería”, la RIM celebró diez años de andadura, de ser y estar involucrada en la lucha de las comunidades que resisten al extractivismo minero.
Nuestra asociación Be. Pe., integrante de la RIM desde su fundación, estuvo presente en el encuentro a través de las compañeras Patricia Agosto y Rosa Aráoz. Fueron parte de más de 80 personas de 16 países latinoamericanos, caribeños y europeos que comparten la pasión de los pueblos rebeldes, con ancestralidades indígenas y negras. La pasión generadora de vida nueva, vida posible, vida digna, que lleva más de 500 años de resistir a la violencia impuesta por la explotación minera capitalista – colonial – patriarcal.
A partir de una mirada colectiva de los contextos globales y latinoamericanos, determinados por las lógicas de la “Hidra capitalista”, el encuentro dio espacio para profundizar los diagnósticos territoriales, revisar el camino andado y definir los ejes de acción que nos permitan responder a los desafíos actuales.
Confirmamos que la fuerza que emerge del útero de las luchas territoriales, se concentra en las espiritualidades ricas y diversas: en las culturas, las visiones cósmicas, las sabidurías ancestrales de las comunidades Afro-Indias-Americanas-Caribeñas. De allí que los espacios de Encuentro se fueron entretejiendo de reflexión, de palabra, de gestos, de símbolos sagrados… de allí que el encuentro resultó una construcción colectiva y fraterna de caracolas, de arcas, de comunidades eco-céntricas dispuestas a reverdecer el florecer de nuestra Abya Yala.
En esta certeza, nos fortalecemos y profundizamos nuestro compromiso. Be. Pe. seguirá siendo parte de la RIM. Continuaremos articulando las luchas territoriales, fortaleciendo los vínculos, caminando las transiciones justas y necesarias. Permaneceremos con disposición al diálogo y al aprendizaje, con vocación de ser Comunidad junto a las comunidades de Catamarca y Santiago del Estero que nos permiten afianzar nuestra identidad y corregir los desatinos de nuestra humana condición. Nos encontramos, cada día, construyendo futuros: femeninos, ancestrales, comunitarios, posibles y necesarios.